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marzo de 2008 Tribunal
federal reafirma veredicto amañado, ¡Movilizar
a la clase obrera para Fallo
demuestra que no hay justicia para los oprimidos en los tribunales
capitalistas Contingente del Grupo
Internacionalista en
la protesta en Harlem, Nueva York, por la libertad de Mumia Abu-Jamal el 28 de marzo, luego del fallo judicial en su
contra. El
27 de marzo, un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del
Tercer
Circuito federal en
Filadelfia
reafirmó el juicio amañado realizado contra Mumia
Abu-Jamal, el otrora vocero
del Partido Pantera Negra y renombrado periodista radical a nivel
internacional, que ha estado encerrado en la galería de la
muerte de
Pensilvania desde hace más de un cuarto de siglo. Habiendo antes
rechazado la
petición de Mumia para presentar evidencia a favor de su
inocencia, además de
toda una serie de elementos que muestran que fue objeto de una vendetta
en un
tribunal racista, ahora el Tribunal rechazó la petición
de Mumia de que se
realizara un nuevo juicio. Al contrario, reafirmó el veredicto
que dictó en
2001 un juez federal de distrito que ordenó la
realización de una nueva
audiencia para determinar su sentencia, pero limitándola a dos
“alternativas”:
el infierno en vida que representa el encarcelamiento perpetuo sin
posibilidad
de salir en libertad condicional...
o la ejecución. El nuevo fallo demuestra una
vez más
que no
hay justicia en los tribunales capitalistas. Condenado
por
el asesinato en
1981 del agente de
policía
de Filadelfia Daniel Faulkner, Mumia Abu-Jamal es inocente. Mumia no
cometió el
crimen del que fue acusado. Se le declaró culpable y se le
condenó a muerte
debido a sus ideas políticas revolucionarias y debido a que
durante años fue un estorbo para los
racistas gobernantes
de la mal llamada “ciudad del amor fraterno”. En todo el planeta,
millones se han volcado en
defensa de Jamal. Sus elocuentes textos que desenmascaran los
crímenes del
imperialismo han dado la vuelta al mundo, traducidos a multitud de
idiomas. Mumia
es el símbolo de la lucha internacional en contra de la racista
pena de muerte,
herencia del sistema esclavista sobre cuya base fue erigido el
capitalismo norteamericano. El
más reciente de de estos fallos
judiciales, igual que los
que lo precedieron, muestra
que
los explotados y oprimidos no deben tener confianza alguna en el
sistema de injusticia
racista. Hacemos
un llamado al movimiento obrero a
movilizarse a escala internacional por la libertad de Mumia ¡ya! El
juicio original en contra de Mumia de 1982, así como las
audiencias de su apelación de 1995, fueron simulacros racistas tan grotescos
que muchos liberales y reformistas
los vieron como aberraciones y depositaron sus esperanzas en un nuevo
juicio.
Sin embargo, no se trata de la obra de
un solo juez racista. El
sistema
judicial ha sostenido una y otra vez el juicio amañado y la
condena de Jamal.
Los tribunales estatales y federales se han rehusado a considerar el
testimonio
de Arnold Beverly, el hombre que ha confesado haber cometido el
asesinato por
el que Mumia fue condenado. La cacería de este defensor de los
oprimidos es la
obra de una clase dominante estrechamente unida que
respalda incondicionalmente a los policías que imponen
su
“ley” y su “orden”. Aunque le
persecución de Mumia comenzó bajo el comandante de
policía y luego alcalde republicano de Filadelfia, Frank Rizzo,
el fiscal responsable del ejuiciamiento de Jamal en 1982, Ed
Rendell, es ahora gobernador de Pensilvania (y como tal ha prometido
firmar un mandato ordenando la ejecución tan pronto como se
reactive
la sentencia de muerte), y su esposa es jueza en el tribunal federal
que decide sobre su apelación. Por otra parte, el president
demócrata Bill Clinton fue autor de la Ley Antiterrorista para
Hacer Efectiva la Pena de Muerte de 1996 que ha obstaculizado las
apelaciones de Mumia y otros. Y mientras la precandidata presidencial
demócrata Hillary Clinton es gran amiga de la policía, su
contrincante Barack Obama también favorece “el castigo
máximo” para casos
particularmente “atroces ”,
y desde luego no va a pronunciarse por la defensa de Mumia, ex Pantera
Negra a quien la policía quiere ejecutar a toda costa. El hecho de que el veredicto contra Jamal fuera reafirmado por este tribunal supuestamente “liberal” debe erradicar la idea de que, de alguna forma, el sistema judicial capitalista, y en particular los tribunales federales, puede brindar justicia a los oprimidos. De
hecho, el proceso de Mumia Abu-Jamal es un episodio más en una
larga serie de
juicios amañados como el de los dirigentes sindicales de San
Francisco, Tom
Mooney y Warren Billings, y de
cientos de sindicalistas revolucionarios de
los IWW durante
la Primera Guerra Mundial; de los anarquistas
Sacco y Vanzetti, durante la “histeria roja” de
los
años 20; de los nueve jóvenes de Scottsboro,
Alabama, que
simbolizaban la “justicia” bajo las leyes segregacionistas del Jim
Crow; de los
dirigentes trotskistas y de los Teamsters
(sindicato de camioneros) de
Minneapolis durante la Segunda Guerra Mundial; de Ethel y Julius Rosenberg durante la cacería de
brujas macartista en el punto álgido de la Guerra Fría
antisoviética. Y es
parte también de la campaña de asesinatos perpetrados por
el estado de
radicales negros, simbolizada por la ejecución policíaca
de 38 miembros del Partido Pantera Negra, y de los
cientos que fueron encarcelados bajo el tristemente célebre
programa del FBI de
provocación y sabotaje conocido con las siglas de COINTELPRO. El Internationalist Group y la
Liga por la IV Internacional, de la que el IG es
la sección norteamericana, han luchado desde su nacimiento por
erradicar las
ilusiones en los tribunales capitalistas, y
en cambio movilizar
el poder del movimiento obrero para liberar
a Mumia Abu-Jamal. Buscamos organizar
un partido obrero revolucionario en contra de los partidos gemelos del
capitalismo norteamericano, socios tanto en los racistas linchamientos
judiciales como en la guerra imperialista.
La sección brasileña de la LIVI, la Liga
Quarta-Internacionalista do Brasil,
inició el primer paro de labores a
favor de la liberación de Mumia, realizado por los maestros del
estado de Rio
de Janeiro, el 23 de abril de 1999, y que se llevó
a cabo en conjunción con un
paro que
paralizó los puertos de la Costa Oeste de Estados Unidos
un día más tarde a manos del sindicato
portuario ILWU. El mismo
sindicato ha anunciado recientemente
que
realizará un paro total de labores en los 27
puertos de la Costa Oeste
el 1º de mayo para protestar en contra de la guerra en
Afganistán e Irak. En
México, donde la pena de muerte fue abolida luego de la
Revolucón de 1910-1917, hasta los políticos burgueses
denuncian las ejecuciones judiciales en Estados Unidos, mientras
policías y ejército mexicanos siguen perpetrando
ejecuciones extrajudiciales con impunidad. Y cuando en diciembre de
1999 el Grupo Internacionalista inició una manifestación
en defensa de Mumia Abu-Jamal frente a
la
embajada estadounidense, en
el marco de la
huelga estudiantil de la Universidad Nacional , ésta fue
reprimida con saña por la policía capitalina a
órdenes del Gobierno del Distrito Federal, del opositor Partido
de la Revolución Democrática. Aquí también
urge forjar un partido obrero que luche por la revolución
socialista internacional que abolirá para siempre la
bárbara pena de muerte. Las
movilizaciones de masas, incluidas las de varios sindicatos, fueron
fundamentales para detener la planeada ejecución de Mumia en
1995. Hoy, la vida
de Mumia nuevamente está en peligro. Hacemos un llamado urgente
a la gente a
participar en las protestas de hoy, 28 de marzo, en todo el mundo, y a
manifestarse
en Filadelfia el 19 de abril.
Es
urgente que todos los que defienden los derechos democráticos,
que se oponen a
la racista pena de muerte y que luchan por la liberación de los
negros salgan a la calle en masa para
repudiar este nuevo
ataque judicial y
exijan ¡Libertad, libertad para Mumia
Abu-Jamal! ■ |
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