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diciembre de 2008   

¡Acción obrera internacional contra los militaristas israelíes,
el imperialismo estadounidense y sus lacayos árabes!

Baño de sangre sionista
¡Romper el sitio! ¡Defender Gaza!


Una víctima del bombardeo del campo de refugiados Buriej en Gaza.
(Foto: Yasser Saymeh/Agence France-Presse)

¡Defender al pueblo palestino!
¡Por un estado obrero árabe/hebreo como parte de

una federación socialista del Medio Oriente!

Bush y Obama respaldan a los carniceros sionistas
¡Hay que echar al imperialismo EE.UU. de Irak, Afganistán y de todo el Medio Oriente!
¡Forjar un partido obrero internacionalista!

El sábado 27 de diciembre, justo antes del mediodía, hora local, aviones de guerra israelíes lanzaron un masivo bombardeo contra la densamente poblada franja de Gaza. Más de 270 palestinos fueron asesinados como resultado de sucesivas oleadas de cazabombarderos F-16 y helicópteros Apache –provistos por Estados Unidos– que lanzaron más de 100 toneladas de bombas. Otras 15 personas fueron asesinadas en renovados ataques aéreos registrados el domingo, cuando cuerpos de infantería y tanques israelíes se precipitaron en masa hacia la frontera para iniciar una posible invasión terrestre para volver a ocupar un área en la que un millón y medio de personas están apiñadas en un área de 360 km2, el mismo tamaño que la delegación de Tlalpan en el Distrito Federal mexicano, con más del doble de su población.

El ataque contra Gaza detonó manifestaciones de protesta en varias ciudades de Cisjordania, incluyendo una de miles de personas en Nazareth, en tanto que cientos de izquierdistas judíos y árabes se manifestaron en Tel Aviv en contra del ataque israelí. La policía atacó la protesta y arrestó a varios manifestantes.

El ejército israelí manifestó que sus ataques se dirigen contra instalaciones de Hamas, y las bombas alcanzaron numerosas oficinas gubernamentales en la ciudad de Gaza, así cono en la localidad sureña de Rafah. El movimiento fundamentalista islámico Hamas ganó las elecciones palestinas en enero de 2006 y ha gobernado Gaza como su gobierno electo a lo largo del último año y medio. Muchos de los muertos eran oficiales de la policía, aunque también numerosos civiles fueron asesinados, incluyendo a varios niños, pues las escuelas acababan de iniciar la hora del almuerzo. El ataque de los sionistas contra céntricas áreas urbanas no es otra cosa que un asesinato en masa.

Manifestación izquierdista en Tel Aviv en contra del ataque contra Gaza, la policía ataca la protesta, 27 de diciembre de 2008. (Fotos: Nir Landau/Active Stills)

Este carnicero ataque israelí fue perpetrado con el conocimiento y la aprobación de sus patrones imperialistas en Washington, así como con el de regímenes clientes de Estados Unidos como Egipto. La Casa Blanca publicó un comunicado en el que culpa a Hamas por romper la tregua al lanzar ataques con cohetes. Sin embargo, las pocas decenas de cohetes Qassem lanzados desde Gaza fueron en respuesta a ataques israelíes previos y no mataron a nadie, produciendo cuando mucho algunos heridos. Entretanto, Israel ha sellado completamente a Gaza durante más de una semana, sin permitir la entrada de alimentos, combustible ni medicamentos.

Fue Israel el que rompió la tregua la tarde del 5 de noviembre, cuando ingresó a Gaza y atacó a combatientes de Hamas. El ataque ocurrió en el momento en que se cerraban las urnas de las elecciones norteamericanas, y debía servir, en parte, como un mensaje para el presidente electo demócrata Barack Obama. Aunque los más derechistas entre los militaristas sionistas en Israel y Estados Unidos se sintieron algo incómodos con el triunfo de Obama, éste ha dejado bien claro que apoya sin reservas los más de 40 años de ocupación israelí de Gaza y Cisjordania y que justifica los ataques terroristas por parte de Israel en contra del pueblo palestino.

Aunque los portavoces israelíes y norteamericanos califican de rutina a Hamas de “terrorista”, las acciones de este conservador movimiento islamista no pueden siquiera compararse con los bombardeos terroristas y los ataques indiscriminados que de manera rutinaria lanzan los sionistas y sus patrones imperialistas en contra del pueblo palestino. Simultáneamente, las fuerzas coloniales de ocupación de Estados Unidos asesinan a cientos de iraquíes y afganos cada mes. El sitio de Israel en contra de Gaza constituye un intento de aterrorizar y matar de hambre a la población palestina para sojuzgarla al estilo de los “castigos colectivos” impuestos por los nazis en la Europa ocupada.

El Grupo Internacionalista y la Liga por la IV Internacional condenan el asesinato en masa perpetrado por Israel en Gaza, y hacen un llamado por la acción obrera internacional en defensa de Gaza y del pueblo palestino, incluyendo esfuerzos para romper el sitio. Los impotentes boicots de consumo de mercancías israelíes o de académicos israelíes no están dirigidos contra los gobernantes sionistas ni contra sus patrocinadores imperialistas, en tanto que una negativa por parte de trabajadores del transporte de descargar barcos o aviones israelíes es el tipo de acción clasista que podría enviar un poderoso mensaje a la racista clase dominante.

El pasado 1º de mayo, los trabajadores portuarios de Estados Unidos cerraron los 27 puertos de la Costa del Pacífico para parar la guerra en Irak y Afganistán, exigiendo el retiro inmediato de las tropas norteamericanas de todo el Medio Oriente. Si acciones como ésta se repitieran, particularmente en Europa, se asestaría un poderoso golpe en defensa de las asediadas masas palestinas.

Como señalamos en un artículo previo (“Defend Gaza! Defeat U.S./Israel War on the Palestinian People!” [¡Defender Gaza! ¡Derrotar la guerra de EE.UU. e Israel en contra del pueblo palestino!] The Internationalist No. 27, mayo-junio de 2008”), además de pertrechar la maquinaria de guerra israelí con armamento avanzado, el Pentágono ahora controla las fuerzas militares de Fatah, encabezadas por el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas. En Cisjordania, las fuerzas paramilitares de Fatah, pertrechadas y asesoradas por EE.UU., atacan a los que se oponen a la ocupación sionista. Aunque no damos el menor apoyo político ni a los islamistas de Hamas ni a ninguno de los diversos grupos nacionalistas palestinos, nos pronunciamos por la derrota de la guerra conjunta de Israel, Estados Unidos y Fatah.

El Grupo Internacionalista en una manifestación masiva en Nueva York en contra del ataque israelí contra Gaza, 3 de enero. (Foto: The Internationalist)

La primera tarea en este momento debe ser defender al pueblo palestino en contra de la ocupación y las agresiones israelíes. Reconociendo el derecho palestino a la autodeterminación y a la formación de su propio estado, los internacionalistas proletarios reconocemos también el derecho a la existencia y a la autodeterminación nacional de la población de habla hebrea, al mismo tiempo que nos oponemos al régimen teocrático y étnicamente excluyente como el del Israel sionista – un estado fundado sobre la base del robo de las tierras de los palestinos y la expulsión de su pueblo – como inherentemente opresivo para la población no judía y contra los árabes en particular.

Los trotskistas de la Liga por la IV Internacional nos pronunciamos a favor de la formación de un estado obrero árabe-hebreo que forme parte de una federación socialista del Medio Oriente. Como escribimos a principios de este año:

“Claramente, nuestro llamado es hoy el de una pequeña minoría, pero en la medida en que el callejón sin salida que representan el sionismo, el nacionalismo palestino y el fundamentalismo islámico se hace cada vez más evidente, muchos en ambos lados de la disputa nacional están reconociendo que sólo puede haber una solución armoniosa de sus reclamos en conflicto en el marco de un solo estado. Nuestra tesis fundamental es que dicho estado es imposible sin una revolución que resulte del esfuerzo conjunto de los trabajadores árabes palestinos y de habla hebrea. Será necesario que los mismos israelíes acaben con los carniceros sionistas que han aterrorizado a la población palestina, mientras que los palestinos tendrán que derrocar el dominio de los islamistas que relegan a las mujeres al estatus de ganado, de esclavas domésticas.

“Para lograr esto, es necesario construir un partido trotskista común en toda Palestina, como parte de la lucha para reforjar la IV Internacional de León Trotsky. En Estados Unidos, hay que construir un partido obrero revolucionario en la lucha tanto contra los republicanos como contra los demócratas. Hoy por hoy, no sólo Hillary Clinton está en el bolsillo de los partidarios sionistas, sino también Barack Obama, y la victoria de cualquiera de los candidatos en las elecciones presidenciales norteamericanas augura tragedias para el pueblo palestino. La lucha para hacer justicia a los millones de palestinos que han sido oprimidos por el puño de hierro de la ocupación sionista, y han luchado heroicamente en contra de abrumadores obstáculos, sólo puede ser parte de una lucha más amplia para derrotar la ocupación imperialista norteamericana de Irak y Afganistán.”


Para contactar el Grupo Internacionalista y la Liga por la IV Internacional, escribe a: internationalistgroup@msn.com

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