Para
ganar, ¡darle duro a la
patronal! Puerto Rico: ¡Todos a la calle en defensa del magisterio en lucha! (febrero de 2008). clique en la foto para leer el artículo
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marzo de 2008 ¡Huelgas obreras
contra la guerra!
Paro
portuario
en la Costa Oeste
contra la guerra el 1° de mayo
En lo que
representa un paso de gran importancia para el movimiento
obrero norteamericano, el International Longshore and Warehouse Union
(ILWU –
sindicato internacional de estibadores y almacenistas) ha anunciado que
paralizará los puertos de la Costa Oeste de Estados Unidos el
1° de mayo para
exigir el cese inmediato de la guerra y la ocupación en Irak y
Afganistán, así
como el retiro de las tropas norteamericanas de Medio Oriente. En una carta del 22 de febrero
dirigida al presidente de la AFL-CIO (la
mayor federación sindical estadounidense) John Sweeney, el
presidente del ILWU,
Robert McEllrath, le informó que en una reciente asamblea
sindical con
delegados de todos los puertos de la Costa Oeste, “una de las
resoluciones
aprobadas por los representantes convoca a los trabajadores portuarios
a hacer
un paro de labores durante el turno matutino del 1° de mayo de
2008, para
expresar su oposición a la guerra en Irak.” Ésta es la
primera vez en décadas que un sindicato en Estados Unidos ha
decidido emprender una acción industrial en contra de una guerra
de EE.UU.
Esto reviste una doble importancia, pues la movilización del
poder
obrero se realizará el Primero de Mayo, el día
internacional de los trabajadores,
día que no se conmemora en Estados Unidos. Además, la
resolución aprobada por
los delegados del ILWU no sólo se opone a la enormemente
impopular guerra en
Irak, sino también a la guerra y ocupación de
Afganistán (que tanto los
precandidatos demócratas Hillary Clinton y Barack Obama, como el
candidato
republicano John McCain quieren extender). La moción para cerrar
los puertos
exige también el retiro de las tropas norteamericana de toda la
región, incluyendo
los reinos de los jeques petroleros del Golfo
Pérsico/Árabe, de importancia
estratégica clave. Estibadores del ILWU
respetaron piquete en los muelles de Oakland que pidieron no tocar
cargamento de guerra, 19 de mayo de 2007. El Internationalist Group ha
luchado desde el momento en que las tropas
norteamericanas invadieron Afganistán en septiembre de 2002 para
que los
sindicatos norteamericanos emprendieran huelgas
contra la guerra. [Ver “Mobilize International Labor Action to Defend
West Coast Dockers!” The Internationalist No. 14,
September-October 2002. (en inglés)] A pesar
del hecho de que millones han participado en manifestaciones en las
calles de
Europa y Estados Unidos en contra de la guerra en Irak, la guerra
continúa.
Ninguno de los partidos gemelos del imperialismo norteamericano – el
Demócrata
y el Republicano – ni cualquier de los candidatos capitalistas,
terminará con
esta espantosa carnicería que ya ha arrojado un saldo de cientos
de miles de iraquíes
muertos. La única manera de detener la maquinaria asesina del
Pentágono consiste
en movilizar el poder de una fuerza mayor: la de la clase obrera
internacional. La acción
anunciada por el poderoso sindicato de trabajadores portuarios
de la Costa Oeste, un paro de labores para parar la guerra, debe ser
retomada
por sindicatos y organizaciones de trabajadores de todo Estados Unidos
y a
escala internacional. El ILWU debe ser elogiado por
este valiente
primer paso, y ahora corresponde a los trabajadores de todas partes
darles su
respaldo. Dondequiera que el apoyo sea lo suficientemente fuerte, el
1° de mayo
debe haber paros masivos, faltas colectivas, manifestaciones
sindicales,
asambleas a puerta de fábrica, mítines durante los
descansos, foros, etc. El
propósito de semejantes acciones no debe ser suplicar a los
políticos burgueses
–cuyas manos están llenas de sangre, por haber aprobado a lo
largo de los
últimos seis años y medio todo presupuesto de guerra–
sino dar una muestra de
la fuerza de los trabajadores, que hacen funcionar este país,
¡y que pueden también
pararlo! Ahora es el momento para
acciones clasistas atrevidas. La oposición a la
guerra es aún mayor entre la clase obrera norteamericana que
entre la población
general, más de dos terceras partes de la cual quiere poner fin
a la guerra,
pero es impedida por el sistema político capitalista. En su
carta a Sweeney, el
secretario del ILWU pregunta “si otros sindicatos afiliados a la
AFL-CIO
planean participar en eventos semejantes”. Los militantes obreros deben
asegurar que la respuesta dicha pregunta sea un resonante
“¡sí!” No debe haber ilusiones en
que esto será una tarea sencilla. Sin duda,
los patrones de la Pacific Maritime Association (PMA) intentarán
hacer que los
tribunales dicten la ilegalidad del paro de labores. La
dirección del ILWU
podría amedrentarse, puesto que esta moción fue aprobada
por el apoyo mayoritario
de los delegados a pesar de sus intentos de impedirlo, o al haber
fallado en su
intento, diluirla o limitarla en sus alcances. Además, el
gobierno
norteamericano podría intentar prohibir el paro apelando a la
“seguridad
nacional”, tal como durante las negociaciones contractuales del
otoño de 2002
la administración Bush impuso un mandato judicial bajo la ley
Taft-Hartley
prohibiendo todo paro laboral, por representar una amenaza para el “los
preparativos de guerra”, y amenazó con una ocupación
militar de los puertos. La respuesta a todo intento de
sabotear o debilitar esta primera acción
obrera en contra de la guerra, y en contra de la “guerra contra el
terrorismo”
auspiciada por el gobierno norteamericano cuyo propósito es
aterrorizar al
mundo para mejor sojuzgarlo, debe consistir en redoblar los esfuerzos
para
movilizar el poder de la clase obrera con completa independencia
respecto a los
partidos y políticos burgueses. Si resulta exitoso el paro del
ILWU, representará
un pequeño, pero muy importante comienzo que debe ser
generalizado y profundizado. Hace
falta una acción obrera a escala industrial para derrotar la
guerra
imperialista, así como la guerra de los patrones en contra de
los inmigrantes,
las minorías oprimidas, los pobres y los trabajadores en el
propio país. El ILWU en al frente de
la acción
obrera contra la guerra Las huelgas obreras contra la
guerra imperialista no son algo nuevo,
pero hace muchísimo tiempo que no ocurren en Estados Unidos.
Durante la Primera
Guerra Mundial hubo enormes manifestaciones en Alemania en contra de la
carnicería
en el campo de batalla, que culminaron con la caída del
káiser en noviembre de
1918. Un año antes en Rusia, la oposición obrera a la
guerra resultó en el
derrocamiento del zar, así como la Revolución de Octubre
encabezada por los
bolcheviques de Lenin y Trotsky. Hoy en día, el Internationalist
Group y la
Liga por la IV Internacional hacemos un llamado a los trabajadores del
transporte a que se rehúsen a llevar embarcos de material de
guerra. A
principios de los años 20, los estibadores franceses dirigidos
por el Partido
Comunista hicieron exactamente eso, boicoteando los barcos que
transportaban
cargamentos militares para suprimir una rebelión colonial en la
región del Rif
en Marruecos, como también hicieron durante la guerra de Francia
en Indochina
en los años 50. En Estados Unidos, el ILWU
realizó una huelga en 1948 en medio de la
histeria de la Guerra Fría y en desafío a la “ley de
trabajo esclavo” Taft
Hartley, para defender el control sindical de la contratación de
trabajo en
contra del griterío de los patrones y del gobierno por la
presencia de “rojos”
en la dirección del sindicato. En 1953, en el punto culminante
de la cacería de
brujas macartista, el ILWU convocó una huelga general de cuatro
días de los
estibadores y de los trabajadores del azúcar y la piña en
Hawái para protestar
por el encarcelamiento de siete miembros del sindicato por ser
comunistas.
Durante la Guerra de Vietnam, el historiador socialista Isaac Deutscher
dijo
que cambiaría todas las marchas por la paz por una sola huelga
en los muelles.
El ILWU fue el primer sindicato norteamericano en oponerse a la guerra
de
Vietnam, pero durante la guerra y especialmente durante la huelga de
1971, el
dirigente sindical Harry Bridges se rehusó a detener el
transporte de material
militar. (Los dueños de los barcos se valieron de esto para
evadir las líneas
de piquete y debilitar la huelga al registrar sus cargamentos como
“militares”.) Esta traición fue de la mano con un contrato por
la “mecanización
y la modernización” en virtud del cual se perdieron muchos
puestos
sindicalizados.
Cuando se hacía inminente
la invasión imperialista de Irak, dirigida por
EE.UU., en enero de 2003 ferrocarrileros en Escocia se rehusaron a
mover un
tren de carga con municiones para llevarlo a una base de la OTAN. Un
mes después,
sindicalistas ferroviarios y activistas contra la guerra bloquearon
trenes de
guerra de la OTAN, ocupando las vías. En los Estados Unidos, los
trabajadores
portuarios del ILWU fueron el blanco de la represión
gubernamental “antiterrorista”,
cuando la policía disparó a quemarropa balas
supuestamente “no letales” contra
manifestantes contra la guerra en el puerto de Oakland, California,
hiriendo a
seis estibadores y arrestando a 25 personas (que luego ganaron su
demanda legal
en contra de la policía). Además, cada año desde
que empezó la guerra, el Local
10 de San Francisco y Oakland del ILWU, ha aprobado mociones a favor de
acciones
obreras en contra de la guerra. En el pasado estas mociones eran
derrotadas en
las asambleas y convenciones nacionales del ILWU, pero esta vez no. En mayo de 2007, el Local 10 de
los estibadores y el Local 34 de los
encargados de embarque y desembarque de mercaderías se rehusaron
a cruzar las
líneas de piquete de la Asociación de Maestros de Oakland
y de activistas
contra la guerra, desafiando las órdenes de los árbitros
al rehusarse a
trabajar en los barcos de la corporación tristemente
célebre por su política
antisindical Stevedoring Services of America (ver el artículo
“Los trabajadores
portuarios de Oakland respetan piquete, paran el embarque de material
de
guerra” [en inglés] en The
Internationalist n° 26, julio de 2007). En la secuela de esta
acción, el
sindicato lanzó un llamado para convocar una Conferencia
Sindical para Detener
a la Guerra, con el propósito de “planear manifestaciones en los
lugares de
trabajo, movilizaciones sindicales en las calles y huelgas en contra de
la
guerra”. El llamado a la acción declaraba: “El Local 10 del ILWU ha
advertido en repetidas ocasiones que la llamada ‘guerra contra el
terrorismo’
es, en realidad, una guerra contra los trabajadores y los derechos
democráticos. En todo el país, cientos de sindicatos y
consejos sindicales han
aprobado mociones que condenan la guerra, pero esto no ha detenido la
guerra.
Necesitamos utilizar la fuerza obrera para detener la guerra mediante
la
movilización del poderío sindical en las calles, a puerta
de fábrica y en los
muelles para forzar el inmediato y completo retiro de las tropas
norteamericanas
de Irak y Afganistán.” Arriba:
el 7 de abril de 2003, policías tiraron sobre manifestantes
contra la guerra y estibadores en el puerto de Oakland, California.
Derecha: manifestante herido por proyectiles de la policía. Cuando
se acercaba el día en que se realizaría la conferencia,
el sindicato fue blanco
de varios ataques policíacos, incluyendo un atroz arremetida
policíaca contra
dos trabajadores portuarios negros de San Francisco que trabajaban en
el puerto
de Sacramento. Unos 250 manifestantes de todos las secciones del ILWU
en el
norte de California se manifestaron en su defensa afuera del tribunal.
Su
juicio, fechado para su realización en una audiencia del 18 de
marzo, enfrentará
manifestaciones aún mayores. El Internationalist Group y sus
simpatizantes sindicales ayudaron a
organizar la conferencia del 20 de octubre, y participaron en ella
junto con
unos 150 activistas sindicales y socialistas provenientes del
Área de la Bahía
de San Francisco y otros lugares de California, y de todo el
país. En la
reunión se prestó particular atención a
cómo resistir la introducción de la Transportation
Workers Identification Card (TWIC – cédula de identidad para
los trabajadores
del transporte), medida de regimentación y control que el
Partido Demócrata en
particular ha estado impulsando para realizar, en nombre de la “guerra
contra
el terrorismo”. El TWIC desatará una purga entre los
trabajadores portuarios y
que, por tanto, representa una seria amenaza para los trabajadores de
minorías,
así como para el control sindical de la contratación.
Poco después
de la conferencia, y en vísperas de las negociaciones
contractuales de 2008, un
juez federal ordenó que las elecciones del Local 10 fueran
canceladas y
remplazadas con una votación dirigida por la Secretaría
del Trabajo. Agentes
federales incluso invadieron la sede sindical para imponer su orden.
Esta
acción representa una amenaza a la independencia de todos los
sindicatos. Todo esto preparó el
escenario en que se realizó la reciente asamblea de
los trabajadores portuarios en la que se sometió a
votación la moción por el
paro de 24 horas contra la guerra. La resolución fue presentada
en el Local 10
por Jack Heyman, quien también presentó la moción
a favor del paro del 24 de
abril de 1999 en toda la Costa Oeste a favor de la libertad de Mumia
Abu-Jamal,
el ex pantera negra y renombrado periodista radical que ha estado en la
galería
de la muerte desde hace ya más de un cuarto de siglo. Aunque los
burócratas
sindicales maniobraron para impedir que Heyman fuera elegido como
delegado ante
la asamblea, la moción fue aprobada por el Local 10. En la
asamblea, el
delegado del Local 34 se refirió a la conferencia sindical de
octubre pasado
para parar la guerra como el origen de la moción. En la clausura de la asamblea el
8 de febrero, hubo un vigoroso debate
en torno a la resolución. La cúpula sindical hizo un
intento a detenerla, pero
no prosperó. Preguntaron una y otra vez “¿están
seguros de que quieren realizar
esta acción?” Los delegados dijeron en su aplastante
mayoría que sí. Incluso
sindicalistas conservadores y hasta veteranos de la guerra de Vietnam,
tomaron
la palabra para decir que el gobierno nos está mintiendo, que ya
estamos hartos
de esta guerra, que tenemos que ponerle fin ya. Entonces los
burócratas
cambiaron de táctica e intentaron desvirtuar la moción,
por lo que su alcance
fue reducido de 24 horas a 8, y se dijo que se trataría de la
realización de
una “reunión de trabajo” (lo que está amparado por el
contrato), en lugar de
hablar abiertamente de un paro, pensando que de esta manera
disminuirían la
previsible oposición de los patrones. Al final, hubo un voto
verbal y
sólo tres delegados de los 100 presentes votaron en contra. Los esfuerzos para
limitar la moción
persisten, como cabe esperar de una dirección que, como el resto
de la
burocracia sindical pro capitalista, busca la “paz laboral” con los
patrones.
En su carta a Sweeney, el secretario internacional del ILWU
intentó presentar
la acción como un esfuerzo para “expresar apoyo a las tropos al
pedir que sean
traídas a casa de manera segura”, aunque la moción
aprobada por los delegados
no dice nada del estilo. Jugar la carta del “apoyo a nuestras tropas”
representa
un esfuerzo de jurar lealtad a los objetivos más amplios del
imperialismo
norteamericano. Con ello se ayuda a los guerreristas, cuando lo que se
necesita
son acciones obreras independientes contra el sistema que produce
interminables
guerras imperialistas. A pesar de los intentos de diluirla y
distorsionarla, la
acción del Primero de Mayo aprobada por los delegados del ILWU
es un llamado a
usar la fuerza de la clase obrera para poner fin a la guerra. ¡Movilizar
el poder de la
clase obrera para derrotar la guerra de los patrones! Para el sindicato de estibadores
de la Costa Oeste de Estados Unidos,
realizar un paro portuario para oponerse a la guerra será un
gran
paso
adelante en la lucha de clases. El Internationalist Group ha sido la
única
organización en luchar por huelgas obreras contra la guerra,
cuando la totalidad
de las coaliciones frentepopulistas por la “paz” han rechazado esta
tarea y
cuando incluso algunos vergonzosos ex trotskistas se han rehusado a
convocarlas, diciendo que el hacerlo “no tendría resonancia”
entre los
trabajadores (ver nuestro suplemento especial a The
Internationalist de octubre de 2007, “Why We Fight for Workers
Strikes Aganist the War [and the Oportunists Don’t] – Por qué
luchamos por
huelgas obreras contra la guerra [y los oportunistas no]). Con mantas,
pancartas y propaganda hemos buscado subrayar la lección central
de que es
necesario derrotar la guerra imperialista en el exterior y la guerra de
los
patrones “en casa” mediante la movilización del poder del
movimiento obrero,
con completa independencia respecto a los partidos capitalistas. Esto significa que hay que
combatir la movilización de guerra en toda la
línea. En primer lugar, esto implica unirse activamente a la
lucha por los
derechos de los migrantes, dado que el gobierno ha convertido a los
trabajadores
indocumentados en el “enemigo interno”. Los trabajadores con conciencia
de
clase deben exigir plenos derechos de
ciudadanía para todos los inmigrantes. El
año pasado, el Local 10 de San Francisco aprobó la
realización de un paro para
sumarse a las marchas a favor de los derechos de los migrantes para el
1º de
mayo, pero los patrones de la PMA se opusieron a ello y la sabotearon
en el
último minuto los burócratas sindicales. Vergonzosamente,
el Local 13 de Los
Ángeles, un puerto mayoritariamente mexicano-norteamericano, no
protestó en lo
absoluto cuando la policía atacó el mismo día a
manifestantes pro migrantes.
Hoy, cuando la policía migratoria realiza redadas al estilo de
la Gestapo en
todo el país, el movimiento obrero organizado debe tomar la
iniciativa en
orfganizar redes de respuesta rápida para ocupar las calles y
así bloquear
las redadas. A pesar de la campaña emprendida por los
medios y
políticos capitalistas para azuzar la histeria antiinmigrante,
hay una amplia
indignación entre los trabajadores norteamericanos hacia los
cuerpos de choque
que aterrorizan a las comunidades de migrantes. Al mismo tiempo, los sindicatos
deben usar su poder para poner alto a
los ataques contra las libertades cívicas que son parte del
frente interno de
la guerra imperialista. Las licencias para conducir con datos
biométricos, las
cédulas de identidad TWIC con “investigaciones de antecedentes”,
el espionaje
telefónico sin autorización judicial, la formación
de tribunales militares para
la realización de “juicios” en los que los acusados no tienen el
derecho de habeas corpus para conocer la
“evidencia” o siquiera los cargos que enfrentan: todo esto forma parte
de la
campaña que aceleradamente conduce a Estados Unidos hacia un
estado policíaco
en todo sentido. Ha habido ya decenas, quizás cientos de
resoluciones aprobadas
por organismos sindicales a nivel de ciudad, condado y estado en contra
de la
ley U.S.A. PATRIOT, prueba de que los activistas sindicales
están bien
conscientes de los riesgos que ésta implica. Sin embargo,
precisamente como
ocurre con las incontables resoluciones sindicales en contra de la
guerra,
todavía no hay acciones obreras. Es un lugar común en el
movimiento obrero el
lamentarse de la falta de verdaderas acciones cuando Reagan
rompió la huelga de
los controladores del tráfico aéreo de PATCO, lo que
abrió la vía para acciones
masivas rompesindicatos, la eliminación de prestaciones y
ataques racistas por
doquier. No hay que permitir que los burócratas sindicales
entierren las
vitales luchas de este momento. Ha
llegado el momento de pasar de las palabras a los
hechos,
de hablar a los gobernantes capitalistas en el
único idioma que comprenden. Los partidos de la guerra
imperialista deben ser
derrotados mediante una movilización clasista de los
trabajadores, a la cabeza
de los oprimidos. La moción del ILWU para un paro portuario el
Primero de Mayo
para poner fin a la guerra, puede ser una apertura para que la clase
obrera en
todas partes pase de la protesta impotente a la lucha por el poder. Por
ello,
la clave consiste en construir un partido obrero revolucionario que
luche por
un gobierno obrero, por la revolución socialista aquí y
en el resto del mundo,
que ponga fin de una vez por todas al sistema de interminables guerras,
pobreza
y racismo. ■ ¡Acciones
obreras para detener la guerra! La siguiente resolución,
originalmente introducida por el Local 10, basado en el Área de
la Bahía de San
Francisco, del sindicato de trabajadores portuarios de la Costa Oeste
de
Estados Unidos (ILWU) fue enmendada y aprobada por aplastante
mayoría después
de ser debatida en la asamblea del ILWU del 8 de febrero. Considerando que el 1º de mayo de 2003, en
la convención del ILWU celebrada en San Francisco
se aprobaron resoluciones en las que se llamaba a poner fin a la guerra
y
ocupación en Irak; y Considerando que el ILWU se puso a la delantera
entre otros sindicatos al oponerse a
esta sangrienta guerra y ocupación para el dominio imperial; y Considerando que muchos sindicatos, así
como la aplastante mayoría del pueblo
norteamericano, se oponen ahora a esta injustificable guerra apoyado
por ambos
partidos en Irak y Afganistán, pero que los dos principales
partidos políticos,
Demócrata y Republicano, siguen financiando; y Considerando que millones de personas en todo el
mundo se han manifestado en protesta
contra las guerras en Irak y Afganistán, pero no han conseguido
detener estas
guerras; y Considerando el récord de acciones
históricas del ILWU en los puertos, 1)
Como el rechazo de los estibadores del Local 10
a cargar bombas enviadas a la dictadura militar chilena en 1978,
así como
pertrechos militares para la dictadura salvadoreña en 1981, y 2)
El respeto al piquete contra la guerra del
sindicato de maestros llevado a cabo el 19 de mayo de 2007, en contra
de SSA en
el puerto de Oakland, que constituye un ejemplo limitado pero luminoso
de cómo
se debe oponerse a estas guerras; y Considerando que se amenaza con extender la
guerra en el Medio Oriente mediante ataques
aéreos de EE.UU. contra Irán o posibles intervenciones
militares en Siria o en
el inestable Pakistán, Por consiguiente resolvemos: Que ha llegado la hora de
intensificar el nivel de la protesta sindical
hasta un nivel de lucha más potento, al llamar a los sindicatos
y trabajadores
en los Estados Unidos y a escala internacional a que se movilicen por
día
feriado “Sin Justicia No Hay Paz” para el Primero de Mayo, durante ocho
horas,
para exigir el fin inmediato a las guerras de ocupación en Irak
y Afganistán,
así como el retiro de las tropas norteamericanas de todo el
Medio Oriente; y Por consiguiente resolvemos
además Que el ILWU da un trompetazo
urgente para la unidad en la acción a la
AFL-CIO, la coalición Change to Win y a todas las organizaciones
sindicales
internacionales a las que estamos afiliados para poner fin a esta
guerra
sangrienta de una vez por todas. Moción presentada por el
Local 10 del ILWU Para
contactar el Grupo Internacionalista y la Liga por la IV Internacional,
escribe
a: internationalistgroup@msn.com
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