marzo de 2024

¡Todos a la calle en solidaridad con el pueblo palestino!

Primero de Mayo de 2024:
¡Acciones obreras internacionales contra la guerra genocida de EE.UU. e Israel contra Gaza!

Bloqueo del puerto de Génova, Italia, realizado por activistas sindicales de S.I. Cobas, el CALP (Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios) y otros sindicatos de “base”, 23-24 de febrero, impide la carga y descarga de un barco de la naviera israelí Zim. (Foto: S.I. Cobas)

Con la bárbara guerra contra Gaza ya en su sexto mes, resulta totalmente obvio que se trata de un verdadero genocidio dirigido en contra de la totalidad de la población árabe palestina de la que ha sido denominada la prisión al aire libre más grande del mundo. Tras más de 40 mil muertos,¹ la destrucción de más de la mitad de todas las viviendas en este enclave densamente poblado, el bombardeo de escuelas y universidades y los ataques contra hospitales, ahora más de un millón de personas enfrenta el espectro de la inminente hambruna.² Queda claro también que ésta es una guerra conjunta de Estados Unidos e Israel, pues todas las bombas pesadas y todos los aviones de guerra desde los cuales son arrojadas han sido suministrados por el Pentágono, además de que el gobierno norteamericano cada año transfiere miles de millones de dólares en ayuda a Israel. Millones se han manifestado en todo el mundo para condenar la matanza y para pedir un cese al fuego, sin resultado alguno. Cada solicitud a los guerreristas sionistas e imperialistas ha fracasado.

Lo que se necesita urgentemente es la movilización del poder que puede poner alto a la matanza, el poder de la clase obrera, en Estados Unidos y en todo el mundo. Este próximo Primero de Mayo, el día internacional de los trabajadores, debe convertirse en una jornada de acción obrera internacional combativa –que incluya huelgas y movilizaciones de masas dirigidas por la clase obrera– para poner alto a la guerra genocida de EE.UU. e Israel contra Gaza. El siguiente paso debe ser la acción obrera en todo el mundo para cancelar todos los vuelos y envíos por barco hacia o desde Israel mientras la guerra sionista en Gaza continúe. Los trabajadores deben exigir: ¡Alto a los bombardeos! ¡Alto a la masacre! Ejército y colonos israelíes ¡lárguense de Gaza y de todos los territorios ocupados AHORA!

Así es como se ve el genocido. Residentes de la ciudad de Gaza se reúnen en el lugar de un edificio destruido, 24 de marzo. (Foto: Agence France-Presse)

En octubre pasado, la Confederación Sindical General de Palestina (PGFTU) en Gaza y más de dos decenas de sindicatos y asociaciones profesionales palestinos lanzaron un llamado urgente a la clase obrera internacional para que se rehúse a construir o transportar armas para Israel. Desde ese momento, más de 200 organismos sindicales en EE.UU. han aprobado resoluciones que piden un cese al fuego, pero sin llevar a cabo ninguna acción más allá de participar en las marchas “por la paz”. En algunos casos, notablemente en el de la AFL-CIO, estos llamados son, en realidad, de apoyo a Israel, pues condenan a los palestinos por comenzar la guerra, no exigen que Israel salga de Gaza y demandan la liberación de todos los rehenes israelíes sin decir absolutamente nada sobre los más de 9 mil palestinos secuestrados en cárceles israelís (además de otros 4 mil trabajadores de Gaza que estaban en Israel cuando comenzó la guerra y que ahora están retenidos en campos militares).³

La Liga por la IV Internacional y su sección norteamericana, el Internationalist Group, han llamado desde el principio a “¡Defender a los palestinos contra la guerra genocida de EE.UU. e Israel contra Gaza!” (El Internacionalista, octubre de 2023), por “¡Acciones obreras contra el terrorismo sionista!” y “para impedir el envío de armas a Israel y Ucrania”, en donde EE.UU. y sus aliados de la OTAN están librando una guerra subsidiaria imperialista en contra de Rusia. Hemos subrayado que, hasta ahora, los llamados a favor de solidaridad obrera se han quedado sobre todo en el papel y que los cierres de puertos han sido convocados en su mayoría por grupos comunitarios, y no por sindicatos, como señaló el veterano activista sindical marítimo Jack Heyman en su reciente artículo en el que reitera el llamado “Trabajadores portuarios: ¡bloqueen todos los cargamentos militares a Israel” (The Internationalist, 15 de febrero).

Moción llama al local 10 del ILWU a parar labores el Primero de Mayo en solidaridad con el pueblo palestino y en contra de la guerra genocida contra Gaza. 

La semana pasada, Heyman y otros presentaron una resolución ante el local 10 del International Longshore and Warehouse Union (ILWU – sindicato de estibadores y almacenistas de los puertos de la costa del Pacífico de EE.UU.) en el Área de la Bahía de San Francisco para parar labores el Primero de Mayo, el día internacional de los trabajadores, “llamando a favor de acciones obreras internacionales en solidaridad con el asediado pueblo palestino, en oposición a la guerra genocida de Israel y EE.UU. contra Gaza y a poner alto al flujo de armas para dicha guerra”. La moción urge también al resto de los sindicatos y trabajadores portuarios a escala internacional a realizar acciones de solidaridad con Palestina el Primero de Mayo.

Ahora la Confederación Sindical General de Palestina de Gaza ha lanzado un llamado para el Primero de Mayo a los sindicatos en Estados Unidos a hacer precisamente eso. La declaración de la PGFTU dice francamente que “nos hemos encontrado con un impactante silencio y negligencia en el movimiento obrero internacional”. Y procede a explicarlo:

“El movimiento obrero internacional … se ha retirado a posiciones verbales sin emprender medidas concretas para presionar a los responsables de parar esta guerra de exterminio, limitando las actividades sindicales a conferencias y declaraciones, sin ahondar en la necesidad de garantizar ayuda humanitaria, o en influir a la opinión pública internacional para sacar a la luz la verdad acerca de los crímenes sionistas y las prácticas de los países aliados que siguen apoyando a Israel”.

(Haz clic aquí o en la imagen para ver el texto completo, en inglés y árabe, del llamamiento de la PGFTU, Gaza.)

En respuesta al llamado urgente de la PGFTU a los sindicatos y sindicalistas en EE.UU. y a escala internacional “a ser nuestra voz y abogar a nuestro favor dentro y fuera de Estados Unidos”, la Liga por la IV Internacional insta a los militantes proletarios en todo el mundo a movilizar el poder obrero en acciones contundentes este 1° de mayo en solidaridad con el asediado pueblo palestino en contra de la guerra genocida de EE.UU. e Israel. Estas acciones pueden y deben no sólo enfocarse en las manifestaciones del Primero de Mayo en solidaridad con Palestina y en la organización de ayuda obrera a Gaza, sino en el bloqueo de cargamentos de armas y en la realización de boicots obreros a los vuelos y envíos por barco hacia y desde Israel, y donde quiera que sea posible, realizar huelgas y parar la producción. Tales acciones deben exigir un alto inmediato a los bombardeos, a las transferencias forzosas de la población y a cualesquiera restricciones a la ayuda de emergencia a Gaza; asimismo, a poner fin a toda ayuda a Israel y la retirada completa de Israel de Gaza y de todos los Territorios Ocupados.

En Estados Unidos es crucial luchar para que los trabajadores y los oprimidos rompan con los demócratas, quienes están financiando, asesorando, pertrechando y librando la guerra contra los palestinos en Gaza junto con el gobierno israelí de sionistas de línea dura y abiertos fascistas. Es fundamental también echar a la burocracia sindical pro patronal, que durante décadas ha encadenado a los sindicatos a los partidos capitalistas. Un excelente ejemplo de esto es el de la dirección de los United Auto Workers (UAW), que en respuesta al clamor de las bases, particularmente en el área de Detroit con su población árabe de envergadura, llamó por un cese al fuego en Gaza, ¡para luego darse la vuelta y respaldar a “Joe Genocida” Biden para la presidencia! Por su parte, la cúpula de los Teamsters (camioneros) está flirteando con Donald Trump, quien abundó respecto a la guerra de Gaza que le diría al primer ministro israelí Netanyahu que “la lleve al fin, y que lo haga rápidamente” (Haaretz, 17 de marzo).

Los perfiles de acciones de solidaridad efectivas con el pueblo palestino varían de país en país. En Alemania, la acción obrera en contra de la guerra genocida debe necesariamente oponerse no sólo al gobierno de los partidos Socialdemócrata, Demócrata Libre y Verde, que es ferozmente pro sionista (y que ha prohibido muchas protestas pro palestinas) y a la igual de rabiosamente pro Israel “oposición” derechista, sino también al Partido de Izquierda, pues todos los partidos parlamentarios explícitamente apoyan “el derecho de Israel a la autodefensa”, la fórmula para justificar el asesinato en masa en Gaza. En Italia, donde los fascistas dirigen un gobierno de extrema derecha, organizar acciones obreras efectivas requerirá movilizaciones unidas de parte de los sindicatos de “base” normalmente enemistados entre sí, y movilizando a sectores industriales clave en un desafío directo a las confederaciones “mainstream” que, a pesar de sus declaraciones a favor de un cese al fuego, están sólidamente a favor de Israel.

Por doquier, la izquierda oportunista busca construir un “movimiento amplio contra la guerra”, centrado típicamente en llamados a favor de un cese al fuego, con el fin de incluir a elementos liberales disidentes o “progresistas” de la burguesía y a los partidos reformistas, que no necesariamente se oponen a la guerra contra Gaza, sino sólo a sus “excesos”. En lugar de coaliciones de “frente popular” como éstas que promueven una impotente política de presión, lo que urgentemente hace falta es una lucha clasista combativa e independiente contra todos los partidos capitalistas y socialdemócratas en el gobierno, que son engranes en el sistema imperialista y, por lo tanto, de un modo u otro, cómplices del genocidio que se está realizando en Gaza. Llamados a favor de la “paz” sin referencia sin contenido de clase son una desviación frente a los implacables asesinos en masa norteamericanos e israelíes, que sólo pueden ser detenidos mediante una revolución socialista internacional.

Activistas de los Class Struggle Workers Portland (arriba en un mitin sindical en solidaridad con Palestina, 11 de noviembre de 2023) llaman a defender a Gaza y a derrotar la guerra de EE.UU. e Israel contra los palestinos. Cuatro sindicatos del área de Portland han aprobado mociones que exigen que se ponga fin al bombardeo israelí de Gaza, a que Israel salga de Cisjordania y Gaza y a poner fin a su financiamiento y pertrechamiento por parte de EE.UU.  (Internationalist photo)

Las resoluciones que han aprobado cuatro sindicatos –el local 29 de los Ironworkers (constructores de puentes), el local 10 del IUPAT (pintores), el local 48 del IBEW (electricistas) y el local 111 de la AFT (educación)– en el área de Portland, Oregon, en la costa norte del Pacífico en Estados Unidos, subrayan la urgencia de esta política clasista independiente. En lugar de llamar por un cese al fuego, que dejaría a los israelíes con el control de Gaza y que le hace el juego al gobierno de Biden que ahora está jugueteando con la palabra, las resoluciones, presentadas por partidarios de los Class Struggle Workers – Portland (trabajadores clasistas de Portland) llaman a favor de acciones obreras para poner alto al envío de armas a Israel, por el “fin inmediato del bombardeo de Israel contra Gaza, por la salida de Israel de Gaza y Cisjordania y por poner fin al pertrechamiento y financiamiento de Israel ahora” (haz clic aquí o en la imagen para leer las resoluciones [en inglés] en el sitio web de Class Struggle Workers – Portland).

Sobre todo, la lucha para poner alto a la guerra genocida de EE.UU. e Israel contra el pueblo palestino exige una lucha política en contra de los partidos capitalistas. Esto fue abordado por los pintores de Portland, quienes en una resolución en 2016 llamaron a romper con todos los partidos de los patrones y a construir un partido obrero de lucha clasista. El llamado que hacía esa resolución al sindicato nacional a repudiar su respaldo al candidato presidencial demócrata debe ser un ejemplo para los obreros combativos hoy, toda vez que los sindicatos en EE.UU., tras pronunciarse a favor del cese al fuego en Gaza, respaldan al criminal de guerra Biden del Partido Demócrata, quien es responsable de armar, financiar y dirigir la guerra genocida.

Los asediados árabes palestinos que han estado sometidos a una “limpieza étnica” durante más de tres cuartos de siglo, tras haber sido sojuzgados por los imperialistas británicos y por el Imperio Otomano, enfrentan ahora un abierto genocidio a manos del estado sionista de Israel y sus patrones norteamericanos. Para poner fin a esta opresión hace falta una revolución, una revolución que sólo podrá tener éxito si divide y hace estallar a la sociedad israelí desde adentro. Esto exige una intransigente lucha clasista internacionalista en toda la región. Como ha enfatizado la Liga por la IV Internacional desde el principio de la guerra, y durante mucho antes, la conclusión es que los defensores de los oprimidos y luchadores contra el imperialismo deben mantenerse firmemente del lado del pueblo palestino en contra de los opresores sionistas y su estado, y que la única solución que puede garantizar un futuro justo y equitativo para los dos pueblos que habitan este pequeño territorio es un estado obrero palestino árabe-hebreo, parte de una federación socialista del Medio Oriente.

¡Con todo por combativas acciones obreras internacionales el Primero de Mayo en solidaridad con el pueblo palestino en contra de la guerra genocida de EE.UU. e Israel! ■

¡Romper con los agentes “sindicales” del imperialismo y el sionismo!

Uno de los llamados del PGFTU en su declaración es “excluir a escala internacional a los sindicatos de la ocupación, pues son socios en la guerra genocida” y, en particular, a que los “sindicatos norteamericanos boicoteen a estos sindicatos”. Con esto se refiere al Histadrut israelí, que no es un genuino sindicato obrero sino una institución que forma parte integral de la operación del estado sionista desde su nacimiento, que perpetúa la superexplotación de los trabajadores palestinos e inmigrantes, especialmente en Cisjordania bajo ocupación israelí. Los sindicatos ciertamente deben boicotear al Histadrut, pero la “AFL-CIA”, como se conoce ampliamente a las operaciones internacionales de la confederación sindical norteamericana, es aún más siniestra. (El “Centro de Solidaridad” de la AFL-CIO es financiado por el gobierno y ha sido fundamental para muchos ataques instigados por Estados Unidos en contra de sindicatos izquierdistas, así como en la realización de golpes de estado.)

En muchos países europeos también, los principales sindicatos tienen lazos de larga data con el organismo “sindical” sionista. En Alemania, la confederación sindical DGB apoyó inmediatamente la guerra sionista e incluso hoy (en su convocatoria a las tradicionales “marchas por la paz” de la Pascua) ni siquiera menciona a Gaza ni a la matanza en masa que realiza el ejército israelí, para en cambio arremeter contra Hamas (y atacar a Rusia en el marco de la guerra imperialista subsidiaria de EE.UU. y la OTAN en Ucrania). En Francia, la confederación sindical CGT ha llamado a favor de un cese al fuego y a “poner fin a la masacre en Gaza”, pero presenta esto únicamente en la forma de pedidos al presidente Emanuel Macron en lugar de llamar a los sindicatos a realizar acciones (por ejemplo, detener los envíos de armas). En Italia, la otrora izquierdista CGIL hace llamados por un cese al fuego y para parar el genocidio, usualmente en conjunto con grupos católicos por la “paz” como Pax Christi, pero de nuevo, estas invocaciones pacifistas no significan nada.

El llamado de la PGFTU señala que “ha habido algunos ejemplos excepcionales de sindicatos, que claramente se han manifestado en la conducción de protestas en contra de la guerra genocida sionista que se libra en la Franja de Gaza”. Éste ha sido particularmente el caso en Italia, donde los “sindicatos de base” (comitati di base), en oposición a las burocracias de las confederaciones sindicales CGIL, UIL y CISL, han realizado acciones obreras de solidaridad. El pasado 17 de noviembre, la S.I. Cobas realizó una huelga nacional en la que cerró muchos centros de transporte en solidaridad con los palestinos, a lo que siguió una manifestación en Boloña en contra de la guerra contra Gaza. Varios de estos sindicatos combativos más pequeños convocaron para el 23 y 24 de febrero una huelga general, que bloqueó el puerto de Génova en donde había barcos de la naviera israelí ZIM, a lo que siguió un día más tarde una manifestación pro palestina dirigida por los sindicatos que contó con la participación de varias decenas de miles de personas en Milán.

Protesta en solidaridad con Gaza, Port Botany, Australia, noviembre de 2023. Para ejercer el poder del movimiento obrero, es crucial que los sindicatos dirijan las protestas para impedir la carga y descarga de embarques de y hacia Israel.  (Foto: Local de Sídney del Maritime Union of Australia)

En la costa del Pacífico de Estados Unidos, en Australia y otras partes ha habido acciones de “bloqueo de barcos” convocadas por “piquetes comunitarios” (que con frecuencia han incluido a numerosos sindicalistas), que entonces los sindicatos portuarios respetan sobre la base de “higiene y seguridad”, o no. Pero para movilizar el poder del movimiento obrero, es vital que los sindicatos declaren que no van a tocar ningún cargamento israelí y que ellos mismos dirijan tales acciones (conocidas en inglés como “hot cargo”). En Australia, el gobierno del Partido Laborista busca encadenar a los trabajadores marítimos de manera aún más estrecha al estado, con una “Flota Militar Estratégica” de barcos comerciales que pueden ser requisados por el gobierno “en tiempos de necesidad”, mientras estos socialdemócratas se preparan para la guerra contra China a través de la alianza imperialista AUKUS (Australia, Inglaterra, Estados Unidos).

La subordinación de las cúpulas sindicales al estado capitalista refleja, como Lenin enfatizó durante la Primera Guerra Mundial, que con la llegada del imperialismo han surgido una “aristocracia y burocracia obreras” para la cual las “migajas del botín” de la opresión del resto del mundo sirven como “una justificación de su alianza con ‘su’ burguesía nacional, contra las masas oprimidas de todas las naciones.” Esta capa privilegiada es la base social del oportunismo, y “en la etapa de las acciones revolucionarias … la ruptura completa con el oportunismo” y la expulsión de estos agentes de la burguesía en el movimiento obrero “están indudablemente al orden del día” (V.I. Lenin, “La bancarrota de la II Internacional” [junio de 1915]).

Hoy, las verdaderas acciones de solidaridad con el asediado pueblo palestino requieren una lucha clasista en contra de la burocracia sindical que marcha al compás de los imperialistas y los sionistas. Esto, a su vez, sólo es posible sobre la base de un programa que conecte los asuntos candentes de hoy con la lucha por la revolución socialista. . ■